domingo, 10 de enero de 2016
I - Cielo
martes, 11 de marzo de 2014
Septentrionalis amantem
la nuestra
porque mi querido, hoy te has vuelto inspiración.
lunes, 24 de febrero de 2014
El Personaje
Creí entenderlo, pero no en toda su magnitud. Su respuesta fue entonces muy avanzada para mis conocimientos, para mi saber sobre ese dolor que es inherente al ser humano.
Para mis adentros, una imagen. La única que guardo, o prefiero guardar, aquella en el descanso, en el sosiego del alma y el reposo de la carne, cual abeja reina bajo el regazo de lo inminente, si su mirada no me fuese tan esquiva. No busque otra.
La amalgama de una etapa para mí. Pues, para exorcizar los demonios, se tenía que terminar bien, de manera correcta y sin rencores.
El asunto, es que yo estaba mucho más lejos, estaba impregnada, infestada, adolorida.
Desempolvando mi memoria pienso en este personaje, el secundario. Lo pienso en el odio y la lastima. Lo recuerdo en esa brutalidad que caracterizaba sus actos, en el desdén de su mirada, horrorosa. Hecha en el mal vivir, porque todo lo querido siempre le fue ajeno: el padre, el hombre. Lo recuerdo en la estupidez de su vida, en el cumulo de coincidencias que hicieron su contexto, nada premeditado. Solo un número de sucesos que se desarrollaron como la balanza quiso, jamás la suya. Circunstancias y números pares, en el infinito. El y los golpes, él y la sangre, él y hombre. El hombre que lo mato, y que lo perdió para siempre en el eterno vacío del ser, lo volvió dolor y carne, un animal.
Sus ojos se cerraron y mi mundo no se acabó. Le había cerrado los ojos antes de que pudiese advertirlo, se perdió para siempre cuando nos tocó la penúltima vez. Alguna sonrisa me otorgo en la demencia, la disfrute como tal. Yo le regale mi llanto en esa misma demencia, por lastima, por miedo. Me refleje en su mirada y el pavor me cegó, me apretó la vida y no quise jamás volver a verle así. No lo volvería a hacer.
Los que estuvieron hasta el final la recuerdan como yo, en el sosiego del alma y el reposo de la carne. La recuerdan como se recuerda lo que merece ser olvidado, lo que lastimó mucho y ya no vale la pena sufrir. Como una criatura lejana y perdida desde el principio.
Después de tanto tiempo, los que quedamos, hicimos un pacto tácito para vivir como ella no pudo hacerlo, para perdonarla y perdonarnos, para calmar el miedo de convertirnos en lo que ella.
jueves, 18 de octubre de 2012
Quimera
jueves, 22 de marzo de 2012
Nueva prosa de mujer
Una tarde fría y oscura escape de la cárcel, fue muy fácil y por suerte nadie se dio cuenta.
No corrí, camine muy rápido, para que nadie sospechara de mi huida, esta huida que no fue planificada, fue tan solo un error de amo de esta cárcel, tu.
Camine y tome un pequeño camino que daba a los campos de maíz, me dije: "Nadie vendrá a buscarme aquí", continúe mi ruta y la campana de las 7 sonó conmigo y los animales.
Luego de caminar un largo rato por los campos de maíz, decidí salir de este y tomar el camino de los camiones, quizá encontraría un hospedaje o una tienda donde pedir ayuda y/o refugio.
Dentro ya de la ruta vehicular me vi con la sorpresa que no había nada alrededor, ningún comercio, ninguna tienda, ningún alma; vale decir que era la primera vez que venia por aquí ya que solo lo había visto de lejos cuando me ingresaron a la cárcel.
Continúe mi camino esperando que algún auto se detuviera en mi socorro, no fue así. El frio penetraba mis huesos cada vez con mas intensidad y subía lentamente hasta mi cabeza para hacerme perder la razón, entonces me dije: "Es hora de un descanso" me senté en una banca y abrace fuertemente mis rodillas, mira el cielo y me di cuenta lo bello que es el mundo cuando eres libre.
Me levante un rato después y tome de nuevo la ruta, no debía perder tiempo, el podía estar cerca, seguí caminando hasta que vi las luces de un grifo, corrí hacia este con la esperanza de refugio, corrí con mucha fuerza y mi corazón latía con mis pies y pare, no había nadie, solo había luz y frio. Estuve ahí el tiempo de un suspiro y partí.
Seguí caminando, otra vez en busca de vida, pero nada parecía alentante, camine un poco mas hasta que vi un auto estacionado, me dije: "Quizá haya alguien allí", me acerque con mucho cuidado para no espantar con mi apariencia y cuando llegue vi que solo había vacío, entonces suspire, y antes de partir no pude evitar verme en el espejo, me daba curiosidad verme después de tanto tiempo.
Luego del encierro esta la libertad, con esta libertad viene la responsabilidad, soy ahora yo quien tiene que escoger entre sobrevivir o no, nadie puede ayudarme, nadie puede darme refugio, nadie puede darme consuelo, ni amor, ni fuerzas, ni alegrías, soy yo quien debe hacerlo ahora. Después de tanto buscar, tanto pedir, tanto esperar, me doy cuenta que todo esta ahí, frente a mi; Soy yo mi socorro, soy yo mi ayuda, soy yo quien necesita de mi misma, busque toda mi vida esa persona que me salvara de este encierro al que yo misma me había sometido, pero desde los comienzos de mi propia historia no ha existido otra persona que yo misma, los demás han sido personajes pasajeros que van y vienen y se quedan por un tiempo, creadores de circunstancias, nada mas . Nadie tuvo ni tendrá que llevar sobre la espalda la responsabilidad de hacerme feliz.
Toda mi existencia es solo mía, y hoy empiezo a vivir.
sábado, 21 de agosto de 2010
Reina
y una mano allí se llevo mi corazón,
lo llevas tu contigo
y lo proteges de mis propios amigos.
Tu mi nueva mujer, vives,
y con tu días yo vivo también.
Tu mi nueva amante, lloras,
y así yo aprendí a vivir tambien.
Donde reposas, el mejor sueño,
y la esperanza de vivir para ti,
donde Dios creo un edén,
Toi et moi pour l’éternité.
domingo, 6 de junio de 2010
La femme avec une histoire.
domingo, 23 de mayo de 2010
3 Hojas
y también de lo necesarias que son estas para evitar románticas epístolas,
me olvide de eso y de uno que otro principio de dignidad,
me olvide de mi y de tus grandes ganas de figurar, en mi vida,
como ese plato de comida, como el desayuno, como ese bus, como ese parque, verde,
porque no madura, como tu y yo, como yo y el tiempo, que envejecen, pero no aprenden,
solo recuerdan, para la autocompasión, para el ruido y para el silencio, para gritarlo y
esconder la mano.
Ahora sola yo me vasto de mis hojas y una larga despedida, porque cariño mío, y de
otros, no estoy dispuesta a terminarte, solo puedo fingir una infantil ausencia,
no puedo terminarme, solo puedo desahogarme.
Mañana ahogarme.
domingo, 4 de abril de 2010
Uvas negras
Si los juguetes se perdian, yo los encontraba.
Y despues de 8 meses aprendiamos a amar.
Las cosas han cambiado, tu las haz cambiado y yo todo lo he acatado.
Muy tarde zorra, muy tarde para vivir felices en el pais de Sabato, donde matas lo que amas, ahora quiero verte lejos, tan lejos que no me puedas tocar.
Ya no soy tuya y tu siempre seras del tiempo, soy celosa; eso tampoco puedo remediarlo.
Acabo de perder la inspiración.